
Situada en Las Arenas, esta clínica con más de cuatro décadas de trayectoria necesitaba una transformación que fuera más allá de lo funcional. Bajo la dirección de la doctora Carmen Parra, el reto consistió en crear un proyecto de interiorismo para clínica dental que redefiniera la experiencia del paciente, equilibrando precisión médica y bienestar emocional.
La recepción se plantea como un punto central y protagonista, gracias al mostrador en verde claro que contrasta con la monocromía del resto de la zona pública. Este gesto cromático aporta frescura y se convierte en un elemento de identidad en el acceso.
La clínica se convierte así en un lugar donde diseño y funcionalidad se encuentran: un espacio técnico y preparado para la medicina, pero también pensado para el bienestar emocional del paciente. Carmen Parra, al frente del proyecto humano y profesional, refuerza con su trayectoria y compromiso la esencia de este nuevo escenario, donde la precisión médica y el cuidado estético del entorno van de la mano.

El poder sereno de las curvas
El uso de volúmenes curvos acompaña y suaviza la arquitectura interior, aportando un lenguaje orgánico que envuelve al visitante.

En la sala de espera, las paredes de pladur curvo abrazan el espacio, mientras el cambio sutil de color genera sensación de protección y volumen, invitando a una espera más calmada y confortable.
Carmen Parra, al frente del proyecto humano y profesional, refuerza con su trayectoria y compromiso la esencia de este nuevo escenario, donde la precisión médica y el cuidado estético del entorno van de la mano.